Vigilancia y control de vertidos con drones

control de vertidos con drones

Los vehículos aéreos no tripulados, popularmente conocidos como drones, resultan muy útiles en labores de protección del medio ambiente como la vigilancia, el control de vertidos o el tratamiento de aguas que hayan sido contaminadas.  

Tipos de vertidos y preservación del medio ambiente

Existen tres tipos de vertidos principales: los vertidos agrícolas o ganaderos, los vertidos urbanos y los vertidos industriales. Los vertidos además pueden ser directos o indirectos, según se derramen o no directamente en las aguas continentales o cualquier otro elemento del Dominio Público Hidráulico.

En cualquier caso, todos los vertidos deben estar controlados y contar con las pertinentes autorizaciones ya que si no se manejan de forma eficaz pueden comprometer muy seriamente la flora y la fauna de los ecosistemas así como suponer un grave problema de salud pública. 

Utilidad de los drones en la vigilancia y control de vertidos así como en su tratamiento

Los drones pueden utilizarse para distintas funciones en el caso de que se produzcan vertidos no autorizados o potencialmente peligrosos para el medio ambiente o la salud humana. También pueden servir simplemente para llevar un seguimiento y control de los vertidos que  sí que están autorizados y verificar la salubridad del agua.

En concreto, los drones pueden utilizarse para:

Detección y monitoreo de vertidos. Drones equipados con cámaras y sensores pueden detectar fácilmente si se están produciendo vertidos ilegales o no autorizados en una determinada zona. Es más, por sus características, son perfectos para esta labor. Los drones pueden ser programados para realizar vuelos periódicos y son capaces de acceder a zonas difíciles con gran facilidad, son capaces de salvar obstáculos, etc.  En este punto, cabe recordar que en el caso de que se produzca un vertido no autorizado o tóxico, actuar con rapidez es fundamental para minimizar sus consecuencias.

Mapeo y control. Por otro lado, los drones pueden servir también para realizar un mapeo de los vertidos. Es decir, para obtener una visión certera sobre la extensión que está afectada, pronosticar su evolución, etc. De esta forma se podrán coordinar mejor las labores de contención y tratamiento.  

Evaluación de daños. A posteriori los drones también son útiles para evaluar los daños que ha podido ocasionar un vertido, determinar la cantidad de material tóxico que ha sido liberado, etc.

Toma de muestras. El uso de drones permite recoger muestras de agua con rapidez, a distancia y en el punto preciso que se requiera para su correcto análisis. Tanto en la superficie como en profundidad. Para ello los drones pueden ser equipados con sistemas GPS de alta precisión y con altímetros que aseguren que las muestras se toman a la profundidad deseada. Además los drones pueden programarse para repetir periódicamente la toma de muestras y analizar así la calidad de las aguas o la efectividad de los tratamientos en caso de que se hayan contaminado.  

Tratamiento. Los drones pueden utilizarse también para el tratamiento de las aguas contaminadas con los agentes limpiadores necesarios.

Identificación de personas/empresas infractoras. Por último, los drones pueden ser de utilidad también para averiguar el origen de vertidos no autorizados o vertidos tóxicos.

¿Qué ventajas tiene el control de vertidos con drones?

El uso de drones facilita mucho la tarea de vigilancia, control y tratamiento de vertidos, especialmente en zonas de difícil acceso.  Los drones pueden ser utilizados tanto en grandes extensiones de agua (mar abierto, el cauce de un río, un embalse o lago) como en zonas más restringidas: depuradoras de aguas residuales (EDAR), la desembocadura de un río, etc.

Sus principales ventajas son:

  • Costes reducidos. Utilizar drones para realizar tareas de vigilancia, control y tratamiento de vertidos es más económico que otras alternativas tradicionales.
  • Rapidez. Los drones posibilitan una actuación rápida en caso de ser necesaria.
  • Se reduce el riesgo humano: Al tratarse de aparatos no tripulados, si para realizar los trabajos hubiese que acceder a zonas peligrosas, estos podrían llevarse a cabo sin poner en riesgo a personas.  
  • Visibilidad. Los drones pueden grabar en distintos ángulos y permiten obtener imágenes y vídeos en tiempo real de una gran calidad y en variedad de registros.  En el caso de vertidos en masas de agua, los drones permiten observar la superficie desde diferentes alturas y perspectivas.Además los drones pueden ser equipados con distintos tipos de cámaras, tecnologías y software. Por ejemplo con una cámara termográfica un dron será capaz de detectar cambios anómalos en la temperatura del agua que puedan significar que está siendo contaminada por algún agente. Además la tecnología avanza rápido en el sector. Recientemente investigadores españoles han desarrollado una matriz de sensores químicos capaz de percibir los malos olores como lo hacen los seres humanos. Un dron equipado con estos sensores, por ejemplo, podría ayudar a reducir el impacto que pueden ocasionar los olores que emanan de una planta depuradora de aguas residuales.

En definitiva, la vigilancia y el control de vertidos con drones  es más eficiente, rápido y preciso. Y muy especialmente en zonas remotas o de difícil acceso. Por todo ello, permiten una respuesta mucho más eficiente y rápida al problema medioambiental que puede implicar un vertido no controlado. En la misma línea de protección medioambiental pueden utilizarse para determinar la calidad del agua, localizar obstáculos en tramos de ríos, comprobar el estado de los cauces, rastrear la basura marítima que hay en las costas, etc.

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